domingo, 8 de diciembre de 2024

OPINIÓN

 Lo que este campeonato hemos visto, respecto al arbitraje desarrollado en la pista y cómo influye el feedback que los deportistas reciben de su esfuerzo, dedicación y actuación competitiva, me dejan muchas dudas sobre el correcto funcionamiento de nuestro deporte, como tal y como arte marcial. 

En primer lugar, pienso que tenemos un problema de volumen; queremos hacer muchas cosas, muchos campeonatos, muchos combates.... y necesitamos muchas personas capacitadas; y no las tenemos. No las tenemos porque la capacitación es insuficiente, la exigencia nula y la dirección defectuosa y deficiente. 

Para no faltar a la verdad debo decir que las actuaciones de más de un juez en este campeonato de España, dejan muy claro su desconocimiento del reglamento que deben arbitrar. Este error, a mi parecer es inaceptable. Un juez, en cualquier ámbito no puede desconocer la norma a aplicar. Ya no digamos el como, la forma y el momento, quedan difusos, quedándome muy claro ayer apoyado en declaraciones de jueces, que dudan en unos casos y en otro confunden entre distintos conceptos. Y no es de recibo, que los técnicos tengamos que realizar la formación internacional cada dos años, y gracias a esa formación comprobemos que las personas que están juzgando la actuación de nuestros deportistas distinta en conocimiento e intención, por omisión, despiste o influencia externa de la correcta aplicación de la norma. Por este punto, fue por ejemplo por lo que Sara, se vio perjudicada, o Karim, a pesar de pasar sus rondas en otros casos. 

Por otro lado, tenemos un problema de tiempo. Tantos días seguidos de campeonato, unidos a la falta de profesionalidad de algunos jueces, hacen que no lleguen frescos a todos los días de campeonato. Especialmente a los últimos y a primeras horas de las jornada. Me cuido de explicar aquí, por qué, pero a buen entendedor, pocas palabras bastan. 

Y por último y más doloroso para nosotros, está el problema de la subjetividad de los jueces, que en el caso de nuestro deporte, en muchos casos obedece a intereses ajenos a lo deportivo y más próximos a lo personal o el afán de pertenencia a ese grupo de privilegio que permite el acceso o el favor de los que manejan el cotarro. Y me atrevo a decirlo, consecuentemente con la convicción de que no existen las casualidades y si las causalidades. Y la causa de que Marta fuese privada de tres oros en los tres últimos eventos, obedece a este último punto, sin lugar a dudas. 


Respeto, por favor. Necesitamos un arbitraje justo para que nuestros atletas puedan medir su nivel real. 


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